Los émbolos de grasa pueden producirse inmediatamente después de cualquier tipo de liposucción, pero especialmente tras el injerto de grasa en el principal músculo central de los glúteos, denominado glúteo mayor.
La razón por la que esta maniobra es propensa a conseguir émbolos de grasa es que los vasos más grandes atraviesan esta zona y, por tanto, es más factible la entrada inadvertida de grasa en el vaso. Si un volumen suficiente de grasa penetra en un vaso sanguíneo (normalmente una vena) y se desplaza hasta el corazón o los pulmones, la grasa puede obstruir la vasculatura crítica y provocar daños graves. Este riesgo se reduce al mínimo mediante diversas maniobras, incluido el conocimiento íntimo de la anatomía subyacente (los vasos más grandes pueden trazarse para evitar una entrada inadvertida).
Además, un ecógrafo portátil se puede usar para obtener una vista en tiempo real de las estructuras subyacentes para minimizar el traumatismo en los vasos. Las recomendaciones recientes de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos son evitar totalmente los injertos de grasa en el músculo glúteo central, el glúteo mayor.
Recuperación: La recuperación de la remodelación de glúteos, es decir, el lifting de glúteos brasileño, puede oscilar entre 1 y 2 semanas. De forma rutinaria, se anima a los pacientes a que vuelvan al gimnasio y reanuden la actividad física completa en un plazo máximo de 2 a 3 semanas tras la intervención.
Duración de los resultados: Los pacientes están universalmente satisfechos con los resultados de los glúteos brasileños, ya que el volumen y la forma de los glúteos ganados son permanentes.