Injertos de grasa: Cara

SurgiScuplt se especializa en micro y macro cánulas de injerto de grasa en la cara. El diámetro de las cánulas de inyección oscila entre 3 mm y 1 mm en función de la zona que se vaya a injertar.

Los volúmenes de sustitución oscilan entre 5 cc y 30 cc de grasa inyectada en una sola sesión. SurgiScuplt le proporciona un análisis facial completo que determinará la ubicación precisa y los volúmenes de injerto de grasa que incluyen:

Los resultados tras un injerto de grasa dependen de varios factores. En primer lugar, el material graso debe manipularse con cuidado, ya que las células adiposas son frágiles y vulnerables a los daños. La grasa se manipula con cuidado desde la fase de extracción, pasando por la de procesamiento, hasta la de transferencia. SurgiScuplt evita toda exposición a la presión de las células adiposas, que se ha asociado a la muerte de las células adiposas. Por ello, evita la centrifugación de las células adiposas; en su lugar, sólo utiliza la purificación gravitacional de las células. Y lo que es más importante, reduce al mínimo la duración del tratamiento y la transferencia (es decir, el tiempo que las células grasas pasan fuera del organismo). Piense en las células grasas como si fueran peces a los que sacan del agua y empiezan a asfixiarse. SurgiScuplt completa la transferencia de las células adiposas a los pocos minutos de extraerlas de su cuerpo para minimizar la asfixia de las células adiposas. Por último, SurgiScuplt utiliza la técnica de microtransferencia de grasa colocando cada partícula de grasa en alícuotas de 0,1 cc. Este proceso es muy meticuloso, pero maximiza la relación superficie-volumen de las células adiposas transferidas, garantizando además el suministro de nutrientes a las células adiposas que han sido desplazadas temporalmente de su lugar de origen. Las medidas anteriores son fundamentales para obtener resultados eficaces y naturales.

Un procedimiento de injerto de grasa transfiere grasa de zonas en las que tiene exceso de grasa, como debajo del cuello, y la inyecta en zonas que pueden carecer de volumen, como las mejillas, los labios, etc. Hoy en día, la grasa no se puede transferir de una persona a otra, es decir, sólo se puede trasplantar de uno mismo, lo que se denomina autotrasplante. Este procedimiento seguro, duradero y bien tolerado produce resultados de aspecto natural. Cada año, miles de personas se someten con éxito a un injerto de grasa y quedan satisfechas con los resultados.

• Si tiene zonas faciales que parecen arrugadas y hundidas
• Si desea una corrección más permanente que la que proporcionan los rellenos temporales
• Si desea reponer un volumen mayor (de 10 a 30 cc) en la cara que no es susceptible de tratamiento con rellenos convencionales (1 cc por jeringa).

Muchas personas que se plantean la transferencia de grasa también consideran la liposucción del cuello, las inyecciones de toxina botulínica e incluso el lifting facial y de cuello.

La grasa se extrae de una parte del cuerpo, se lava y purifica y, a continuación, se reinyecta cuidadosamente con agujas especialmente diseñadas en las zonas que necesitan aumento. Puede ser necesario repetir el procedimiento de injerto de grasa varias veces para lograr el resultado deseado. El injerto de grasa puede explicarse como un proceso en tres fases: (1) recolección (2) purificación y transferencia y (3) colocación.

Extracción: Usted y su cirujano seleccionarán un lugar para la extracción de grasa y la inyectarán con un anestésico local. A continuación, el cirujano realizará una pequeña incisión en la zona para extraer la grasa y, mediante una técnica estéril, introducirá una cánula conectada a una jeringa para extraer cuidadosamente la grasa (liposucción).

Purificación y transferencia: Una vez obtenida suficiente grasa de la zona donante, el cirujano la procesará para preparar las células grasas para su transferencia a pequeñas jeringas que se utilizarán para la inyección de grasa. La depuración para el injerto facial se realiza en almohadillas Telfa que absorben cuidadosamente la parte líquida no deseada de la grasa.

Colocación: A continuación se preparará la zona designada para recibir el injerto. El cirujano introducirá una aguja o cánula en el punto de incisión de la zona que se va a aumentar. La aguja de inyección suele introducirse y extraerse varias veces de las zonas que se van a aumentar. Cada vez que se retira la aguja o la cánula, se depositan cuidadosamente pequeñas alícuotas (0,1 cc) de paquetes de tejido graso en planos de tejido natural. Este proceso se repite hasta conseguir la corrección deseada, creando una malla de grasa injertada.

El objetivo de su cirujano plástico estético y de todo el personal es ayudarle a conseguir los resultados más bellos y de aspecto más natural, así como hacer que su experiencia quirúrgica sea lo más fácil y cómoda posible.

• Dado que las incisiones de la liposucción son pequeñas, las líneas de incisión cicatrizadas también lo son y se colocan en zonas ocultas.
• La cantidad o el grado de cicatrización dependen de la técnica del cirujano y de sus tendencias genéticas.
• La mayoría de las cicatrices de liposucción desaparecen y son apenas perceptibles con el tiempo.
• Las zonas de injerto de la cara y los labios sólo miden 2 mm y prácticamente cicatrizan sin dejar cicatriz alguna.

Actualmente se pueden rellenar con éxito varias zonas mediante injertos de grasa, como las mejillas, la línea de la mandíbula, las líneas de expresión que se extienden desde la comisura del labio (las que se extienden hacia arriba se denominan pliegues nasolabiales; las que se extienden hacia abajo se denominan líneas de marioneta), en el hueco de los párpados inferiores, la región de la sien, debajo de las cejas, debajo del párpado superior (si la grasa se resecó en exceso tras la cirugía del párpado superior) y los labios.

¿Por qué se pierde el 30% del volumen transferido al año de seguimiento?

El injerto de grasa requiere la avulsión de las células adiposas de su lugar de residencia, donde mantienen un suministro vascular, a un nuevo entorno en el que no poseen suministro vascular directo. En consecuencia, las células adiposas deben mantenerse vivas obteniendo sus nutrientes por difusión hasta que brote en ellas un suministro vascular directo. Durante este retraso previo a la reintroducción del suministro vascular, se cree que aproximadamente el 30% de las células no lo consiguen y acaban siendo reabsorbidas por el organismo en un periodo de un año. Para optimizar la viabilidad de las células adiposas, éstas se transfieren en micropacks de 0,1 a 0,2 ml, de modo que se maximice su relación superficie/volumen. Esto permite que más células vivan por difusión hasta que se restablezca el suministro vascular.

El injerto de grasa en la cara requiere microcánulas modificadas para lipoaspirar las células grasas, a lo que sigue el procesamiento de las células grasas y, por último, la reinyección de las células grasas en las zonas con déficit de volumen. Tanto para extraer la grasa como para inyectarla se utilizan microcánulas, que son una versión más pequeña de las cánulas utilizadas en los injertos de grasa mamaria y corporal. Como resultado, el dolor postoperatorio asociado a los injertos de grasa en la cara es insignificante. Los pacientes deben esperar estar doloridos durante unos pocos días. A menudo, los pacientes evitan tomar cualquier medicamento analgésico.

Los injertos de grasa se han convertido en uno de los pilares del arsenal del cirujano plástico y permiten corregir deformidades que antes eran intratables.

Entre los pacientes que se benefician de las técnicas de injerto de grasa se incluyen:

• Pacientes que han desarrollado deformidades mamarias tras un aumento fallido con implantes.
• Pacientes que han desarrollado irregularidades en el contorno tras una liposucción.
• Pacientes que desean un aumento de glúteos de mínimo a moderado.
• Pacientes que han desarrollado cicatrices traumáticas relacionadas con divot o deformidades huecas.
• Pacientes de reconstrucción mamaria.

Todos los pacientes de injertos de grasa mencionados anteriormente se benefician de la capacidad de las células grasas de utilizarse, de forma muy similar a la masilla, para corregir grandes déficits de tejido blando, así como sutiles irregularidades del contorno.